4 de octubre de 2023
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Si los creyentes son el cumplimiento de la promesa de bendición de Dios para Abraham y a sus generaciones, entonces debemos considerar un filtro para escoger cónyuge para recibir, preservar y transferir dicha bendición. Los hijos del Reino de Dios no deben casarse con un hijo o hija de un Dios extraño. No hay un verdadero compañerismo, comunión y concordia en una relación entre un creyente y un incrédulo. Hay otro filtro de sanidad antes de una relación matrimonial, es cuando hay dolor acumulado dentro de tu corazón, producto de la falta de perdón e inclusive después de perdonar es necesario que seas libre del dolor. Las fuerzas propias a veces no alcanzan para sanar una herida y ser liberado del dolor, sólo Dios puede hacerlo pero necesitamos darle oportunidad.
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